Lento, pero seguro, el pastrami toma Barcelona

Con el apetitoso motivo de engullir un bocadillo de pastrami al más puro estilo del deli neoyorquino Katz’s, estuvimos hace unas lunas en la zona de Sagrada Familia de Barcelona. Nos reunimos un grupo de buena gente, sí de esa que aún queda, para disfrutar de la velada que nos prepararon Mario, el propietario de Cal Màrius 449 y Daniel de Paprika Gourmet y Pastrami Barcelona.

Así que, los antes mencionados, nos prepararon un picoteo ligero, pues lo que venía después se merecía pillarlo con ganas. Unas bravas con su picante y su alioli y la tapa que nos dejó sorprendidos: las aceitunas rebozadas. Una oliva rellena, con un suave rebozado que es un vicio.  

 

El pica-pica lo acompañamos o maridamos, como se dice ahora en gastrojerga, con unas Amstel Oro, una cerveza aunque industrial, muy sabrosa y con los grados justos para semejante bocadillo que nos ibamos a zampar.

Pues aquí tenéis a la estrella de la noche: lonchas de pastrami, carne de ternera curada en salmuera con especias, para ser posteriormente ahumada, entre dos rebanadas de pan de centeno untadito de mostaza y con ensalada de col. Y para redondear el plato, unos pepinillos en vinagre de sabor agridulce.

katzs

El bocadillo en todo su esplendor, con abundancia de pastrami ↓↓↓

abierto

Esta carne de ternera curada, fue introducida en Estados Unidos por inmigrantes rumanos a mediados del siglo XIX. Originariamente, se hacía con pechugas de oca pero, en EEUU la carne de ternera era más barata y esta se acabó utilizando para hacer pastrami. Otro dato vía Wikipedia, en 1887 se dice que un carnicero kosher neoyorquino, de origén lituano, Sussman Volk, creó el primer sandwich de pastrami, gracias a una receta que le proporcionó un amigo rumano a cambio de un favor que Volk le hizo.

A partir de aquí, se ha convertido en un deber para el amante de los buenos sandwiches cuando se viaja a Nueva York, y para los que nos pilla lejos, tenemos la suerte de contar con esta estupenda gente en Barcelona.